
México fue testigo. No hay otra forma de decirlo. A Valeria Márquez la mataron frente a nuestros ojos, en una transmisión en vivo Facebook. esta vez, la violencia no se escondió en la oscuridad de un callejón ni detrás del anonimato: se mostró brutal, sin pudor y a plena vista de todos.
Como mujeres muchas nos estremecimos cuando vimos el vídeo del terrible hecho . Algunosotros compartieron el video en redes, muchos han compartido indignación . Pero la indignación, por sí sola, ya no basta. A Valeria la mataron en un país donde 16 mujeres fueron asesinadas cada día sólo en enero de 2025;
La cifra no escandaliza al gobierno. Se repite tanto que parece un eco muerto. Pero cada número es una vida. Un rostro. Un nombre. Una historia interrumpida.
No era un caso aislado. Fue feminicidio. Fue impunidad. Fue el resultado de un sistema que normaliza la violencia, que revictimiza, que minimiza, que no escucha.
Desde el poder se repiten discursos vacíos. Se anuncian campañas que no llegan a las calles, se prometen medidas que nunca se implementan, se reparten culpas entre fiscalías, y gobiernos.
Hoy no no hago este vídeo solo por Valeria, sino por todas. Por las que han caído y por las que temen ser las siguientes.
A Valeria la mataron en vivo, pero la mató un sistema entero. Y si no exigimos más que luto y coraje, mañana seremos testigos de otra transmisión, de otro nombre, de otro crimen que volverá a ser tendencia por unas horas y olvido por siempre.